El enfoque Lean comienza con una comprensión detallada del valor que el cliente asigna a los productos y servicios. Esto es lo que determina lo que pagará el cliente. Establecer valor permite a las organizaciones crear un precio objetivo de arriba hacia abajo. Luego se determina el costo de producir los productos y servicios. La organización se enfoca en eliminar el desperdicio para que puedan entregar el valor que el cliente espera al más alto nivel de rentabilidad.